La gestión ambiental, social y de gobernanza (ESG) se ha convertido en una prioridad para las empresas de todos los sectores. Es un imperativo empresarial y normativo. Y ocupa un lugar destacado en la agenda de la alta dirección. Como resultado de esto, los CEO clasificaron los requisitos y reglamentos de ESG como el riesgo empresarial número uno en Europa en 2023, por delante de la ciberseguridad y las preocupaciones económicas1.
La presentación de informes ESG es ampliamente utilizada por las empresas en aras de la transparencia, la comparabilidad y la responsabilidad ante diversas partes interesadas. Los diferentes marcos normativos hacen que ESG aparezca principalmente como una necesidad legal. Sin embargo, ESG es mucho más que eso. Cuando ESG se establece como un pilar estratégico en sus estrategias empresariales a largo plazo, puede verlo como una oportunidad con un enorme impacto y potencial de crecimiento. Obtenga más información sobre los posibles retos de la presentación de informes ESG y cómo pueden superarlos los profesionales de las finanzas con la adopción de una solución profesional de informes ESG.
Situación actual de la presentación de informes ESG y retos a los que se enfrentan los profesionales de las finanzas.
La presentación de informes ESG puede suponer un reto debido a la falta de datos fácilmente disponibles para la mayoría de las empresas. Con los datos dispersos en múltiples fuentes y silos funcionales, la visibilidad y el control de los datos ESG son limitados. Cuando no se pone en marcha la presentación de informes ESG, los departamentos financieros tienen dificultades para medir, controlar, gestionar e informar sobre los progresos de forma eficaz.
Las estadísticas revelan el estado actual de la presentación de informes ESG2:
- El 36 % de las empresas acaba de empezar a identificar y recopilar datos ESG
- El 20 % tiene visibilidad y controla al menos el 75 % de sus datos ESG
- Solo el 3 % tiene una visión completa de sus datos ESG
Como resultado de un seguimiento deficiente de los datos, muchos departamentos financieros tienen dificultades para medir su impacto ambiental y cuantificar el impacto empresarial de las inversiones ESG. Sin una visibilidad y un control claros de los datos ESG, las empresas tienen dificultades para demostrar la rentabilidad de sus esfuerzos en materia de sostenibilidad.